Desvanecido tras el cristal

Imagen sacada de web

Desde la calidez de mis lágrimas,

que saben a nostalgias de ti,

impregnadas de añoranzas de la caricia de tu voz.

Desvanecido en el aire detrás del cristal,

sólo encuentro las huellas que ha dejado tu partida,

letras sueltas que hablan de tantas cosas,

jamás de mí…

Tantas veces nos entregamos a la locura del amor.

Paseos de manos traviesas que nos  llenaban de momentos de fuego y ternura.

Lenguas sedientas saciándonos con el salado sudor.

Miradas que gritaban sin palabras…

eran el más claro lenguaje a la hora de amarnos.

Suspiros que despojaban de ropas

a nuestros cuerpos

por la lujuria del amor.

Sería sólo pasión la que sentías,

pues un amor tan grande no se esfuma en el aire,

un amor real no tiene límites, fronteras,

distancia, ni barreras que lo detengan.

Te amé con la libertad que deseabas…

tan libre te dejé,

            que no percibí en qué instante decidiste partir.

Por Viviana Lizana Urbina

Anhelos

En mis ojos  están los tuyos,

En mis labios se acunaron tus besos

En mis manos se adhirió tu piel…

En mi cuerpo se impregnó tu aroma

En mi mente están mis  recuerdos…

En mis días está  tu ausencia…

En mis noches… no diré lo que ocurre en mis noches, pues

de tanto verte en mis ojos,

del anhelo que siento por tus besos,

de sentir la humedad de tu piel en la mía,

de embriagarme oliendo mi piel para rescatar tu aroma,

de embobar mis sentidos de tanto recordarte

y de tanto extrañarte ahora que no estás…

sólo mencionaré, que el sueño no llega con tanto que mi cuerpo exige tu presencia…

Por Viviana Lizana Urbina

SI EL MAÑANA NO FUESE A LLEGAR

Entre tus brazos deseo estar

los últimos momentos de esta vida,
con los labios temblorosos
y entreabiertos
los posaría en la tersura de los tuyos,
así fuese de improviso
no me detendría
para amarte sin pausa y sin prisas...
Lentamente mis manos se deslizarían por tus cabellos,

mis ojos se hundirían en tu mirar,
mi cuerpo erizado
y en alerta,
esperaría al paseo de tus caricias.
En tu oído susurraría tu nombre,
con la ilusión que me cautives con tu voz.
Me desprendería de mis vestiduras
exponiendo mi alma desnuda en tus manos,

pues anhelo que tú y yo seamos uno,
como si el mañana no fuese a llegar.

Viviana Lizana Urbina ©