Exprimiré
hasta la última letra
de tu tinta esta noche,
así sea a hurtadillas,
pero me cobijaré en las sombras para estar allí,
en los últimos minutos en que tus párpados
estén abiertos,
para poder obtener eso
que en la soledad tu corazón esconde.
Eres quien roba mis letras,
de tu tinta esta noche,
así sea a hurtadillas,
pero me cobijaré en las sombras para estar allí,
en los últimos minutos en que tus párpados
estén abiertos,
para poder obtener eso
que en la soledad tu corazón esconde.
Eres quien roba mis letras,
quien habita mis sueños,
no es necesario que te escondas
porque estas intrínseca en mis versos
los cuales brotan inagotables
porque eres tu la inspiración
de la cual se alimenta a mi corazón,
aquel que parece
tan solo esta lleno de ti!
Otearé cada movimiento
que hagas con la pluma,
sigilosamente me posaré a tu lado,
mi suavidad no la sentirás,
yo me deleitaré con recibir tu aroma,
mientras que tú,
sólo te ocuparás de darme lo que deseo,
veré cómo fluye la belleza,
esa con que me deleitas.
Deleite es diseccionar tus poemas,
Otearé cada movimiento
que hagas con la pluma,
sigilosamente me posaré a tu lado,
mi suavidad no la sentirás,
yo me deleitaré con recibir tu aroma,
mientras que tú,
sólo te ocuparás de darme lo que deseo,
veré cómo fluye la belleza,
esa con que me deleitas.
Deleite es diseccionar tus poemas,
tus versos, tus historias, ésas que están llenas de
ti
y que aunque no me lo dices
también de mí.
Tú, en tus letras vuelcas tus sueños,
yo voy narrando uno a uno mi diario vivir...
Tal vez un día coincidamos y hagas tus frases
mías...
Porque las mías siempre han sido tuyas!
No es mi aroma, ni la belleza, ni siquiera mi
deseo...
Es tu esencia que a través de mí te provoca todo
eso!
No escribes para mí,
pero hago mía cada una
de las palabras que creas,
pues la intensidad de tu esencia es tal,
que emboba mis sentidos
y me haces perder la cordura.
Es como cuando me hablas al oído,
se dibujan en mi piel las letras
y las siento como sutiles caricias
que me cubren por completo
o como cuando siento tu risa
y provocas cosquillas en el pecho
que se expanden rápidamente
por todo mi cuerpo.
Mis letras no tienen destinatario escrito,
pero hago mía cada una
de las palabras que creas,
pues la intensidad de tu esencia es tal,
que emboba mis sentidos
y me haces perder la cordura.
Es como cuando me hablas al oído,
se dibujan en mi piel las letras
y las siento como sutiles caricias
que me cubren por completo
o como cuando siento tu risa
y provocas cosquillas en el pecho
que se expanden rápidamente
por todo mi cuerpo.
Mis letras no tienen destinatario escrito,
pero no tendría sentido negar
que han sido tan tuyas como mías,
sin embargo a mí las tuyas
me parecen tan personales
que no he dudado ni un segundo para asumirlas mías,
aunque indudablemente solo podrían ser tuyas!
Tus sentidos, tu cordura, los murmullos a tu oído
son inicio que arroba mi presencia;
mi cuerpo respondiendo al tuyo,
en conjunción perfecta!
Agudizaré mi oído para poder sentir tus latidos,
estaré muy cerca
pero sin rozarte siquiera,
no quiero interrumpir el mágico instante…
Eres esa magia que me rodea,
Agudizaré mi oído para poder sentir tus latidos,
estaré muy cerca
pero sin rozarte siquiera,
no quiero interrumpir el mágico instante…
Eres esa magia que me rodea,
que me mantiene atento a los detalles
puede que no te vea pero te siento,
puede que estés tan lejos
y sin embargo te llevo dentro!
Cómo deseo ver la expresión de tu rostro
mientras tus manos dibujan
sobre unas gastadas hojas.
Sí, quiero que sea en un papel amarillento,
esos que guardan historias
que ya se han borrado por el paso del tiempo,
pero que si los pones a contraluz,
algún vestigio de aquello resurge,
así rasgaré en el tiempo las letras
que exudabas antes de conocerte.
¡Prepárate! ya te he avisado.
Ahora descansa,
la noche es larga
y hoy, mi tiempo será tuyo.
Algún día transcribiré mis letras
Cómo deseo ver la expresión de tu rostro
mientras tus manos dibujan
sobre unas gastadas hojas.
Sí, quiero que sea en un papel amarillento,
esos que guardan historias
que ya se han borrado por el paso del tiempo,
pero que si los pones a contraluz,
algún vestigio de aquello resurge,
así rasgaré en el tiempo las letras
que exudabas antes de conocerte.
¡Prepárate! ya te he avisado.
Ahora descansa,
la noche es larga
y hoy, mi tiempo será tuyo.
Algún día transcribiré mis letras
en alguna vieja hoja
que marchita le ha llegado el otoño,
no se qué conjuro tiene sobre mí,
pero no encuentro mejor destino
para lo que tengo que escribirte
que ese viejo papiro;
el simple hecho de pensarlo
transfigura mi rostro
pues es tanto mi deseo de verlo en tus manos
y escucharlas en tu voz...
Que tendré que detener el tiempo!
No habrá espacio, no habrá tiempo,
No habrá espacio, no habrá tiempo,
seremos solo tu y yo...
Inadvertidos... Inabordables.
No es en ningún caso una advertencia...
Es solo una promesa!!!
Agradezco la amabilidad de mi gran amigo José Guadalupe Sánchez Torres por haber hecho una maravillosa fusión con estas letras.
José,le has dado vida a las letras.
Te admiro y te aprecio mucho.
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